Nota

Cada Comentario del Evangelio corresponde al día que figura debajo del título.

Evangelio 240503 - Señor quiero que seas mi Camino, mi Verdad y mi Vida.

240503 Santos Felipe y Santiago Apóstoles Jn 14, 6-14

Lectura.

"Jesús le respondió: «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto» … El que me ha visto, ha visto al Padre" (Jn 14, 6-8).

Meditación:

Jesús nos comunica Quién es el Padre. Su forma de Ser y actuar, siempre nos muestra cómo es su Corazón. Hemos salido del Padre que nos ha creado y anhelamos volver a Él. Cristo es el Camino. El Padre al ver al Hijo nos ve a cada uno de nosotros. Además, nos muestra el recorrido que es preciso que hagamos, por la Cruz y la Resurrección.

La Verdad, no es un concepto filosófico. Es un estilo de vida, que nos describe cómo nos realizamos como personas. Es preciso mirar a Jesús en su entrega absoluta por amor al Padre y a cada uno de nosotros. Nos lo hace más didáctico pidiéndonos que cumplamos los mandamientos.

Cristo es la Vida. Es la culminación de ser Camino y Verdad. La Vida, según el Espíritu es: encuentro, comunión, belleza interior, filiación-fraternidad, estar en Cristo, ofrenda al Padre, servicio a los hermanos, perdón y acogida del otro.

Oración:

Señor quiero que seas mi Camino, mi Verdad y mi Vida.

Contemplación:

-        Planifico y me proyecto sobre cosas pasajeras, que me dejan insatisfecho…

-        Yo Soy la Vida… quiero que vivas en Mí y conmigo vayamos al Padre.

-        Quiero seguirte, sé mi Luz…

Acción.

            Discernir mis elecciones y seguir sólo a Cristo. 

Evangelio 240502 - Señor, soy tuyo, quiero amar a tu manera, te entrego todo.

240502 Pascua V Jueves Jn 15,9-11

Lectura.

"Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto" (Jn 15, 10-11).

Meditación:

 Permanecer en Cristo es vivir con Él, por Él y para Él. Se convierte en nuestra única motivación. Nos pide una entrega total. Así como el Padre da Vida al Hijo entregándose plenamente y Cristo se ofrece en forma absoluta al Padre por nuestro amor; de la misma manera necesitamos darnos totalmente a Cristo; sólo entonces nuestra vida es fecunda y podemos acoger la vida divina.

En la medida que nos movemos en el plano de la mediocridad o el cálculo (te doy para que me des), no podemos realizarnos. Cristo es el Camino de la entrega total, Él es el único que nos puede acoger plenamente. A su vez, nos propone los mandamientos, como vía segura para movernos en la cotidianidad.

Somos hijos del Padre y hermanos de Cristo; no buscan esclavizarnos o dominarnos. Sólo desean nuestra plenitud, que gustemos el gozo interior y eterno. No nos conformemos con cosas pasajeras. La Alianza con Cristo se cumple; necesitamos vivir en su amor.

Oración.

Señor, soy tuyo, quiero amar a tu manera, te entrego todo.

Contemplación:

-        Busco la felicidad en forma inmediata, sin comprometer nada y no llega.

-        Yo Soy tu Alegría, entrego mi Vida por Ti… quiero recibirte, entrégate.

-        Quiero servir a los otros por Ti… Dame tu paz.

Acción:

Buscar el bien de todos. 

Evangelio 240501 - Señor, quiero permanecer unido a Ti, llevar tu vida a los demás.

240501 Pascua V Miércoles Jn 15,1-8

Lectura.

«Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador. El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía… Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer» (Jn 15, 1-5).

Meditación.

Jesús en los "Yo Soy" nos da a conocer su Corazón, que es Dios y cómo vive la unidad con el Padre. Pero a su vez nos llama a la comunión profunda con Él. En la medida que vivimos el "Yo Soy" encontramos seguridad, paz, recibimos su vida divina, unificamos el corazón…

Cristo es la Vid verdadera que da fruto abundante y nos compromete a estar unidos. Nos comunica la gracia y nos lleva a dar Vida. Pero nos alerta, que la vid es necesario podarla para que dé más fruto; hay cosas en nuestra vida que no son compatibles con la amistad con Jesús.

Permanecer en Cristo es vivir con Él, dejando que obre en nuestro corazón. Por esto, nos sabemos enviados a llevar la Buena Noticia, pero los frutos nos los da Él. Es preciso agradecer y dar gloria por su infinita bondad.

Oración:

Señor, quiero permanecer unido a Ti, llevar tu vida a los demás.

Contemplación.

-        Por desgracia, en muchos momentos te ignoro, quiero ser protagonista…pero quedo vacío y seco.

-        Yo Soy la Vid, te comunico la gracia divina…

-        Quiero orientar mi corazón sólo hacia Ti.

Acción.

          Apartarme de las actitudes contrarias a Cristo. 

Evangelio 240430 - Señor, ven a mi corazón, a Ti me entrego, gracias al Espíritu.

240430  Pascua V Martes Jn 14, 27-31a

 

Lectura-

"Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡No se inquieten ni teman! Me han oído decir: «Me voy y volveré a ustedes». Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo" (Jn 14, 27-28).

Meditación:

La paz espiritual que Cristo nos regala es la certeza de que somos amados eternamente. Él nos da la confianza con su fidelidad y misericordia; somos pecadores, pero nos sigue buscando; somos débiles, pero el Espíritu nos sigue santificando. El amor de Dios es firme, siempre es fiel, aunque no correspondamos. Cristo confía en nosotros, pues nos llena de su vida divina.

El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son Dios; son las tres personas que viven la entrega mutua para expresar su amor y lo prolongan en nosotros. Las tres Personas tienen la misma dignidad, poder y grandeza. Cuando Jesús dice que "el Padre es más grande que yo", sólo se está refiriendo en cuanto hombre.

El Padre se entrega totalmente al Hijo y el Hijo al Padre, de su efusión procede el Espíritu Santo que es mutuo intercambio. Nosotros también acogemos el ser de Dios y nos entregamos a Él.

Oración:

Señor, ven a mi corazón, a Ti me entrego, gracias al Espíritu.

Contemplación.

-        Tengo la tentación de vivir egoístamente, para mí…

-        Yo me doy por entero y quiero habitar en ti. Necesito que me recibas y te ofrezcas…

-        A Ti me consagro, te pertenezco…

Acción:

             Vivir en constante referencia a Cristo.

 

Evangelio 240429 - Espíritu Santo, ven a mi corazón, lléname con el fuego de tu amor.

240429 Pascua V Lunes Jn 14, 21-26

Lectura.

«El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él. … Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho» (Jn 14, 22-26).

Meditación.

Dios es comunicación, es salida y viene hacia nosotros, nos comunica su Palabra. En la medida que elegimos escuchar, rumiar y vivir su Palabra, ya tenemos la vida divina. Se nos propone un estilo de vida, para ser felices, según la verdad de Dios, que nos ha hecho sus hijos y nos espera para vivir eternamente.

En la Palabra está el aliento divino, vida de la gracia, se hace presente el Espíritu Santo, que es la efusión del Padre y del Hijo en nuestro corazón. Somos su morada. Es preciso hacer consciente este vínculo permanente. Nunca estamos solos, tenemos al divino Huésped en el corazón; han consagrado nuestro cuerpo.

El Espíritu Santo, nos da los sentimientos para gustar esta relación y poder entregarnos a los hermanos con la fuerza divina. Nosotros nos sentimos cansados, pero Él pone el fuego interior, que hace que nos podamos dar y servir, sin cansarnos. Invocar al Espíritu es dejar que obre a nosotros.

Oración:

Espíritu Santo, ven a mi corazón, lléname con el fuego de tu amor.

Contemplación:

-        Algunas veces me siento sólo… ignoro tu presencia divina…

-        Yo siempre estoy contigo… necesito que abras tu corazón…

-        Quiero recibirte… Dame tu Espíritu para que pueda vivir tu amistad.

Acción:

           Invocar al Espíritu Santo.

 

Evangelio 240428 - Señor quiero que mi corazón esté en Ti, sólo soy tuyo.

240428 Pascua V- Domingo B – Jn 15, 1-8

Lectura.

"Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.  Yo soy la vid, ustedes los sarmientos El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer" (Jn 15, 4-5).

Meditación.

Dios nos ha creado como seres singulares; pero para vivir en comunión con los otros. Y dentro de esta relación necesitamos estar unidos a Cristo para recibir su gracia divina. Todas las relaciones humanas se devalúan cuando no ponemos a Jesucristo como centro de nuestro corazón.

Jesús nos da la savia divina, nos hace aspirar a lo espiritual, que crece ilimitadamente y nos llena de paz. Pero siempre necesitamos abrirnos y permanecer en Él. Esto es posible: alimentándonos de su Palabra y de los sacramentos, despertando una actitud de entrega con caridad, eligiendo a Cristo como nuestra única motivación fundamental…

Separados de Cristo, estamos como muertos, aunque sigamos haciendo cosas, pero estarán vacías, son infecundas. No damos nada, ni podemos recibir nada. Permanecer en Jesús es vivir según sus criterios, eligiendo la verdad que nos propone, confiando plenamente en su ayuda y su amor.

Oración:

Señor quiero que mi corazón esté en Ti, sólo soy tuyo.

Contemplación:

-        Vivo como ausente, te ignoro Señor.

-        Yo te sostengo siempre, necesito que abras tu corazón, para que te llene de mi gracia.

-        Quiero que todos mis sentimientos y pensamientos estén guiados por Ti.

Acción.

          Purificar la intención antes de hacer algo.

 

Evangelio 240427 - Señor envía operarios,consagrados a Ti, que estén al servicio de los otros.

240427 SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO, Mt 9, 35-38

Lectura:

"Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha»" (Mt 9, 35-38).

Meditación:

Jesús nos pide que abramos los ojos a la realidad, que veamos a tanta gente que se pierde porque: no conocen el camino y la sociedad de consumo los ha desorientado; el deseo de saber más los ha llenado de vanagloria; la búsqueda de placer les ha anulado la voluntad y no pueden hacer el bien; el dinero se ha convertido en su fin…

Dios quiere a todos sus hijos, pero necesita nuestra colaboración para que ayudemos a los otros, nuestros hermanos. Es preciso que con nuestro estilo de vida les enseñemos la verdad: todos somos amados por el Padre, estamos llamados a la eternidad, caminando por la entrega y el servicio a los demás.

En nuestra sociedad se necesitan profetas y maestros, que con su testimonio nos ayuden a descubrir que son elegidos y el Padre nos espera. Por eso, estamos llamados a pedir al Espíritu que suscite vocaciones que estén al servicio del Reino de Dios.

Oración:

Señor envía operarios, consagrados a Ti, que estén al servicio de los otros.

Contemplación:

-        Veo mucha gente desorientada y me quejo de su falta de superación.

-        Yo Soy la Vida, quiero que me ayudes, para que vengan hacia Mí.

-        Quiero ser tu mensajero.

Acción:

Rezar por el aumento de vocaciones.